Los 3 lúpulos más usados en nuestras cervezas
El lúpulo es uno de los cuatro ingredientes fundamentales de la cerveza. Junto al agua, la malta y la levadura, forma un cuarteto tan inseparable y sagrado, que incluso en Alemania tiene su propia ley desde 1516: la famosa Reinheitsgebot o Ley de la pureza, que restringe la elaboración de cerveza a estos cuatro ingredientes.
Los orígenes del uso del lúpulo
Aunque esto no siempre ha sido así, ya que antes del siglo XII, en lugar de lúpulo, se usaba una mezcla de hierbas silvestres aromáticas, conocidas como gruit. Fue Santa Hildegarda de Bingen, una erudita abadesa alemana, la que descubrió las extraordinarias propiedades antibacterianas del lúpulo, que a partir de entonces mejoraría la salubridad y conservación de la cerveza. Un descubrimiento que tuvo más importancia de la que puede parecer a priori, si tenemos en cuenta la cantidad de enfermedades que se transmitían a través de aguas en mal estado por aquel entonces.
Este fue al menos el cometido original del lúpulo, pero no fue el único que propició su expansión por todo el mundo. Su uso mejoraba el aspecto de la cerveza, dejándola más limpia a la vista, así como le otorgaba un cuerpo más ligero. Todo ello, unido a su menor coste respecto al gruit, hizo que el nuevo sabor amargo de la cerveza fuera ganando adeptos rápidamente. En el siglo XV, su uso ya estaba extendido por todos los países europeos con tradición cervecera, incluido Inglaterra. En España, precisamente por esa falta de tradición, no llegaría hasta un siglo más tarde, de la mano de Carlos I.
La revolución de la cerveza artesana
Avanzamos unos cuantos siglos, hasta 1975, y nos situamos en la cervecera Anchor, en San Francisco. Fritz Maytag, que una década antes había rescatado a esta histórica cervecera de su inmenente desaparición, acaba de volver de un viaje al Reino Unido. Allí había probado una cerveza que le había dejado impresionado y que estaba a punto de iniciar una auténtica revolución. Era un estilo cervecero nacido a finales del siglo XVIII y que ya no vivía sus mejores años, pero todavía se podía encontrar en algunos pubs ingleses. Hablamos, por supuesto, de las India Pale Ale o IPA.
Maytag intentó replicar aquella cerveza, pero introduciendo un nuevo ingrediente autóctono y altamente novedoso: una variedad de lúpulo desarrollada por la Universidad de Oregon en 1972, de nombre Cascade. Este lúpulo, además de amargor, aportaba unas notas cítricas que resultaron extrañas y poco apropiadas a las grandes cerveceras de la época. Una vez más, Maytag tomó una decisión que iba a cambiar la historia de la cerveza, ya que su Liberty Ale gustó y mucho, dando un fuerte impulso al naciente sector de la cerveza artesana o craft beer.
A Anchor le siguieron muchas más cerveceras que decidieron elaborar sus productos de forma artesanal, reviviendo viejos estilos y buscando nuevos sabores que parecían perdidos en el tiempo. Dentro de este boom, el lúpulo siempre ha sido un gran protagonista. A medida que cada vez más gente se decidía a comprar cerveza artesana, incrementaba la curiosidad por las IPA y eso provocó que nacieran nuevos subestilos (Black IPA, Red IPA, etc.), que se crearan nuevas variedades de lúpulo y que se buscara cada vez un mayor amargor. Se produce así una escalada de IBUs (International Bitterness Units), el indicador del nivel de amargor de cada cerveza, que deriva en la aparición de las Dobles y Triples IPAs.
Tendencias actuales y los nuevos tipos de IPA
Fábricas, bares y tiendas de cerveza artesana van surgiendo por todo el mundo con el cambio de milenio y hasta nuestros días. Muchas cosas han evolucionado desde entonces, pero no la tendencia a usar cada vez mayores cantidades de lúpulo para conseguir las mejores cervezas, o al menos las más demandadas. Prueba de ello es que no han dejado de desarrollarse en estos años nuevas variedades de lúpulo, así como la aparición de nuevos países productores, como Nueva Zelanda. La principal novedad, sobre todo hacia la segunda mitad de la pasada década, es que cada vez se usa más lúpulo en las fases de la elaboración que potencian su aroma, es decir en el whirpool (entre el hervido y el enfriamiento del mosto) y en el dry hopping (durante la fermentación). Esto desemboca en la aparición de las famosas NEIPA (New England IPA, por la región de EE.UU. en la que surgieron) o Hazy IPA (IPA turbia).
Como en la mayoría de cerveceras artesanas, el lúpulo en Cierzo Brewing es un ingrediente de vital importancia. Nunca hemos renunciado a elaborar cervezas de muchos estilos diferentes, pero sin duda, las IPAs protagonizan nuestro catálogo, siendo uno de los estilos más demandados por las cervecerías y tiendas especializadas, así como por los clientes que compran sus packs de cervezas a través de nuestra tienda online. Si quieres saber más sobre este ingrediente, no dejes de leer el artículo en el que te contamos las 10 cosas más importantes que debes saber sobre el lúpulo.
1. Citra
Nuestro lúpulo más empleado es el mismo que da nombre a nuestra cerveza más icónica. Sus notas de fruta tropical, cítricos, melocotón, mango y grosellas, lo convierten en un acierto seguro para cualquiera de nuestras IPAs, tanto en aroma como en sabor. Este lúpulo se comercializa desde 2008 y tiene su origen, como otras muchas variedades, en el valle de Yakima, en el extremo noroccidental de los Estados Unidos.
Lo hemos empleado hasta la fecha en 42 de nuestras referencias, entre las que además de la ya mencionada Citra, debemos destacar Zombie, El Basket es Vida 2.0, Utopía, Artistas del Gremio o Dip a Toe. Es, indudablemente, uno de los lúpulos que más éxitos nos ha dado, tanto en términos de ventas, como en cuanto a premios, principalmente en el Barcelona Beer Challenge.
2. Mosaic
Este lúpulo también es muy querido por nosotros y por la comunidad cervecera en general. Motivo por el que da nombre a otra de nuestras cervezas que más veces hemos elaborado, en este caso una Session IPA. Emparentado con el Citra y con el mismo origen geográfico, se empezó a comercializar en 2012 y hoy en día se emplea en numerosas cervezas artesanas de todo el mundo.
30 cervezas de Cierzo llevan este popular lúpulo en su receta, desde la citada Mosaic, pasando por la riquísima Tremendous Dynamite, las cervezas sin gluten, Spirited Away y Stereotypes, o nuestra Hazy DIPA, Brutastic.
3. Simcoe
No es extraño acabar este ranking con este otro lúpulo americano, que curiosamente es el más antiguo de los tres, ya que nació en el año 2000. Sus notas son algo más complejas que las de sus hermanos, destacando el pino y los matices herbales, aunque siempre acompañadas por las clásicas notas tropicales de esta familia.
Cierra este Top 3 con presencia en 23 cervezas, entre las que cabe mencionar nuestra clásica y afrutada IPA, Tronada, la West Coast, Sequoia, la Red IPA, Hops on Mars, o la Triple, Rabosa. Pero sin duda, nuestra cerveza más famosa que emplea Simcoe es Calanda, una espectacular Doble IPA que, además de muchos kilos de lúpulo, también los lleva de la variedad de melocotón de origen aragonés que le da nombre.
Como curiosidad, podemos decir que en el cuarto y quinto puesto, a cierta distancia, se situan las variedades Chinook y Cascade. Además, en los últimos tiempos, no son pocas las cervezas en las que hemos ido incorporando nuevas variedades muy de moda, como puede ser Sabro, Idaho 7 o Nelson Sauvin, por citar solo algunas, y que seguro irán escalando puestos en este curioso ranking.