¿Cómo elaboramos nuestras cervezas artesanas?
Seguro que más de una vez te habrás preguntado de dónde sale esa refrescante pinta de cerveza que te bebes en tu bar favorito. Pues bien, nuestros cerveceros, Sergio Ruiz y David Laguarda, os lo explican paso a paso y de forma muy resumida en el siguiente vídeo:
Como bien indica David, el primer paso para hacer cerveza es almacenar y calentar el agua que vamos a utilizar. Este agua está previamente osmotizada, es decir, que se elimina cualquier sustancia que no queremos que esté presente en nuestras cervezas y ajustamos su composición añadiendo diferentes tipos de sales en función de la receta.
Con el agua a unos 65ºC, se le añade el grano molido para dar inicio al macerado, un proceso en el que se extraen azúcares y otros componentes de la malta. Tras un par de horas, se recircula, se añade más agua y se separa el mosto resultante, dejando por otro lado el bagazo, que son los restos de la malta, que en nuestro caso sirven de alimento para el ganado en una granja local con la que colaboramos, reaprovechando al máximo nuestro material sobrante y reduciendo así nuestra generación de residuos e impacto en el medio ambiente.
Volviendo con el mosto, que es lo que realmente nos interesa, lo pasamos a una gran olla donde se hierve durante un par de horas y se le va añadiendo lúpulo en diferentes fases, que le van a otorgar amargor, sabor y aroma. Una vez finalizado el hervido, se eliminan impurezas a través de un proceso de remolino llamado whirlpool y se enfría rápidamente el mosto, en nuestro caso haciéndolo pasar a través de un intercambiador de placas.
El mosto llega al fermentador a 20ºC y se le añade la levadura, seca o líquida, que es la que va a transformar ese líquido azucarado en nuestra queridísima cerveza, lista y fresca para brindar con buenos amigos.